domingo, 6 de enero de 2013

Año nuevo en el Cerro Florida

Fuegos Artificiales en Valparaíso
Un minuto para las 12  Luna azul en año nuevo  Colores  Cerro Florida  Almacen Garibaldi  La Casa Rosada

El 2010 Chile cumpliría 200 años de independencia y viviría uno de los terremotos más grandes que se haya registrado en la historia. Además, se cumplirían dos años desde la muerte de nuestro amigo Edwin, el acontecimiento más fuerte y doloroso que he experimentado en la vida.


Aquella tarde del 31 de diciembre el sol brillaba sobre Valparaíso, Carola nos aguardaba en su casa del Cerro Florida y Francisco y Paz recién partían desde Santiago rumbo a la costa.

Las horas previas a las cenas de navidad y año nuevo me dan mucha ansiedad. Usualmente me extravío caminando por la ciudad, sacando fotografías y deteniéndome de vez en cuando para contemplar el paisaje.

Apenas llegamos a casa de nuestra amiga, salí a recorrer las calles del Cerro Florida, cámara en mano.

Luego de tomar fotos a la iglesia, las casas y almacenes regresé listo para iniciar los preparativos del año nuevo.

Cuando la noche caía sobre Valparaíso, tras el Cerro Barón se asomó una enorme luna amarilla que pudimos ver desde la ventana, mientras seguíamos con los preparativos, bebíamos cervezas y conversábamos animadamente.

Cuando faltaban sólo un par de horas para las 12, llegaron Francisco y Paz, con maletas llenas de ropa y botellas de champaña.

Sin estar presente, Edwin vivía un poquito en cada uno de nosotros, en algunos gestos, el tono de ciertas frases y en la necesidad de estar juntos, tratando de compensar su ausencia.

Desde el cielo comenzaron a estallar los primeros fuegos artificiales, iluminando nuestros rostros alegres y perplejos.

La vida seguía su camino.